La industria textil es la segunda más contaminante del mundo después del petróleo, del que depende en gran medida. Según "Una nueva economía textil: rediseñar el futuro de la moda", un informe de la Fundación Ellen MacArthur, la industria textil genera 1.200 millones de toneladas equivalentes de CO2 en todo el mundo. Una cifra que supera con creces las emisiones del transporte aéreo y marítimo internacional.
¿Qué es el impacto medioambiental?
Por impacto ambiental se entienden todos los efectos susceptibles de modificar el funcionamiento del medio ambiente. Aunque puede ser positivo o negativo, según el producto, proceso o proyecto, el término se utiliza generalmente para calificar y cuantificar la gravedad de los daños causados al medio ambiente. Se estima midiendo varios indicadores de flujo y de impacto potencial: agotamiento de la capa de ozono, partículas y efectos respiratorios de sustancias inorgánicas, ecotoxicidad acuática, eutrofización del agua, consumo de agua, toxicidad humana, etc.
La huella de carbono es actualmente el indicador más utilizado para evaluar el impacto medioambiental de un producto, proceso, proyecto o actividad. El efecto invernadero bate récords en cuanto a cambios negativos en el funcionamiento del medio ambiente y del planeta. Es una de las causas del cambio climático, el calentamiento global, la subida del nivel del mar, el deshielo y muchos otros fenómenos.
¿Por qué contamina la industria textil?
Hay varias razones por las que la industria textil contamina. El informe de 2017 de la Fundación Ellen Mc Arthur afirma que se debe principalmente a:
- la extracción y utilización de grandes cantidades de recursos no renovables,
- vertido e incineración de residuos sin reciclado,
- y el lavado repetido de la ropa.
El comportamiento de los consumidores contribuye en gran medida a la intensificación de estas prácticas contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. La industria textil es especialmente lineal. Se puede resumir en tres palabras: producción, consumo y eliminación. Este círculo vicioso genera una enorme cantidad de residuos. Alrededor de tres cuartas partes (75 %) de los nuevos materiales y materias primas utilizados en la producción de prendas de vestir y ropa blanca acaban en vertederos o se incineran. Sólo 25 % se reciclan al final de su vida útil. Para hacernos una idea de la gravedad de la situación, pensemos que una persona media compra 9,2 kg de ropa al año, pero sólo se recogen 3,2 kg.
¿Cómo se determina el impacto medioambiental de un objeto?
El impacto medioambiental de un objeto puede ser positivo o negativo, pero nunca nulo. Este impacto debe evaluarse a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, desde el abastecimiento de materias primas hasta la fabricación, el uso y el reciclado. Para ello, es esencial elaborar una lista de los componentes utilizados en cada etapa de la vida del producto y medir sus emisiones individuales. El análisis de los flujos e intercambios entre las etapas proporcionará una estimación global.
En la industria textil, el ACV o Análisis del Ciclo de Vida se divide en 5 etapas:
- La producción de materias primas abarca el cultivo, la recolección y el envasado de las fibras naturales. En el caso de las fibras sintéticas, se tendrá en cuenta la extracción del aceite y las diversas transformaciones realizadas.
- La fabricación es la producción propiamente dicha de la prenda. El transporte y los residuos generados en cada etapa serán algunos de los parámetros que se evaluarán.
- La distribución se refiere al envasado, el transporte a los puntos de venta y el consumo de energía.
- El uso incluye la frecuencia de lavado, secado, planchado, etc.
- El fin de la vida útil se refiere a la incineración o el reciclado del artículo.
También hay que señalar que los principios y el marco aplicables a la realización de una ECV están especificados y normalizados por la norma ISO 1404 publicada en julio de 2006. Afortunadamente, existen bases de datos y programas informáticos específicos que simplifican la modelización de las interacciones y la cuantificación de los impactos.
¿Mi camiseta contamina?
Contaminar el medio ambiente simplemente por llevar una camiseta puede parecer una idea inverosímil. Y sin embargo, esta prenda universal, de la que se venden 2.000 millones de unidades al año, sufre un largo y tortuoso periplo a lo largo de su vida. La huella de carbono de una camiseta clásica de algodón equivale a 5 kg durante su fabricación y venta. Esta cifra puede elevarse a 10 kg si tenemos en cuenta el uso y el final de la vida útil del producto. El cultivo del algodón requiere una media de 3.750 litros de agua. Por último, una camiseta recorre unos 40.000 km a lo largo de su vida útil.
La filosofía de Subli Sport: hacia una producción textil responsable
En Subli Sport somos plenamente conscientes del importante impacto que la industria textil tiene en nuestro planeta. Por eso nos comprometemos a :
- Adoptar un enfoque sostenible: Estamos avanzando hacia prácticas de producción más ecológicas, integrando procesos respetuosos con el medio ambiente en la creación de nuestras prendas.
- Favorece los materiales reciclados: Nuestros productos se fabrican con tejidos PET reciclados, lo que contribuye a reducir los residuos y la huella de carbono de nuestros productos.
- Fabricación 100% Europea : Al elegir producir exclusivamente en Europa, garantizamos no sólo una calidad superior, sino también una producción más ética y responsable.
Le invitamos a explorar nuestros métodos y compromisos con una industria textil menos contaminante. En Subli Sport, cada paso que damos es un paso hacia un futuro más ecológico y sostenible para todos.